Casi tres horas de setlist, múltiples declaraciones de amor por parte de Kevin Martin –frontman- y la más que calurosa respuesta del público, que llenó el Teatro Cariola, fueron suficientes para dejar en claro lo estrecho del vínculo del quinteto con Chile. El vocalista ya lo había declarado más de una vez antes de este concierto, recordaba “todo” de su debut del 2009 y quería que la experiencia se repitiera. Lo pidió y lo consiguió. El fervor y el coreo de cada uno de los temas que pasaron fueron componentes esenciales en otro show que los fans de Candlebox guardarán para el recuerdo, aun cuando ésta no era la misma formación que vino por primera vez hace casi exactos seis años.